Tuesday, December 08, 2020

 VLADIMIR ACOSTA  EL MONSTRUO Y SUS ENTRA ÑAS

 

1era edición Editorial Galac, S.A., 2017 2da edición Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2020 Editorial Galac, 2020 El monstruo y sus entrañas.

 

 

Un estudio crítico de la sociedad estadounidense © Vladimir Acosta Diseño de portada: Javier J. Véliz Diseño, diagramación y concepto gráfico: Odalis C. Vargas B. © Monte Ávila Editores Latinoamericana, C.A.,2020 Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 22, Urb. El Silencio, Municipio Libertador, Caracas 1010, Venezuela. Teléfono: (58-212) 485.04.44 www.monteavila.gob.ve Hecho el Depósito de Ley Depósito Legal: DC2020001138 ISBN: 978-980-01-2126-9

 

 Índice Introducción 15 Primera parte: Estados Unidos: Sociedad religiosa y fundamentalista 25 

Capítulo I. Estados Unidos: Estado, religión y corrientes religiosas 27 

¿Iglesia y Estado separados? ¿Separados cómo y de qué? 28 

Presidentes que hablan con Dios y reciben sus instrucciones 40 

Las diversas iglesias y corrientes religiosas 44

 Adventistas 54 

Adventistas del Séptimo Día 56 

Baptistas 57 

Metodistas 58 

Luteranos 60 

Pentecostales 60 

Presbiterianos 62 

Mormones 63 

Testigos de Jehová 64 

Cuáqueros 66 

 

Capítulo II. Estados Unidos: Fundamentalismo y calvinismo 

69 El fundamentalismo 

70 El fundamentalismo estadounidense 

79 El Proceso del Mono 

86 El repliegue 

92 El televangelismo y los televangelistas

97 Billy Graham 

98 Jimmy Swaggart 

99 Jerry Falwell 

100 Pat Robertson 

102 Luchas y avances recientes 

108 El calvinismo en la vida cotidiana estadounidense 

 

116 Segunda parte: Estados Unidos: Sociedad racista, elitesca, expansiva e imperialista 

135 Capítulo III. Estados Unidos: La sociedad más racista del planeta 

137 I. El racismo anti-indio 

145 La dimensión religiosa original 

146 La dimensión político-filosófica 

160 El plano económico: substrato de todo 

165 II. El racismo antinegro 

183 Colonia y esclavitud 

185 La independencia, la esclavitud y el racismo 

197 La Guerra Civil 203 Reconstrucción y segregación racial 

215 Thibodaux, Louisiana, 1887 

223 Omaha, Nebraska, 1891 

224 Waco, Texas, 1916 

225 Elaine, Arkansas, 1919 

226 Tulsa, Oklahoma, 1921 

227 La agresión contra Isaac Woodard, Batesbourg, Carolina del Sur, 1946 

231 Segunda mitad del siglo XX 

235 Protestas, derechos civiles y racismo 235

 

 Capítulo IV. Estados Unidos: ¿Sociedad democrática? 

245 ¿La democracia más antigua del mundo? 

246 El Alþing (Althing) islandés 

247 La Confederación iroquesa 

249 El Pacto del Mayflower, ¿esbozo de la Constitución? 

252 Declaración de Independencia y constituciones estadales 

257 La Convención de Filadelfia (abril-septiembre de 1787) 269 La Constitución de 1787 272 Una Constitución pre o protocapitalista 

275 Una Constitución que no es democrática sino republicana y elitesca 

279 Una Constitución que no es excepcional ni obra de semidioses 

285 Una Constitución que no es obra exclusiva de los Padres Fundadores 

289 Una Constitución excluyente, racista y esclavista 

294 El poder, las atribuciones del Ejecutivo y su forma de elección

 295 El Senado, su forma de elección y la cifra de sus miembros 

298 El dominio pleno de la esclavitud 

299 Ratificación de la Constitución y Declaración de Derechos 

306 Las siguientes enmiendas y la colcha de retazos 

311 La Constitución y los actuales Estados Unidos 317

 

 Capítulo V. Estados Unidos: Sociedad expansiva e imperialista 

333 Destino Manifiesto, Doctrina Monroe y fundamentalismo maniqueo

 333 Primera etapa: Siglo XIX. Rapiña y reordenamiento de un continente 339 Masiva expansión territorial y doctrinas de la primera mitad del siglo xix 

340 Falacia tras falacia: primeras teorías y argumentos usados para justificar la expansión y el robo de tierras

345 El discurso y la Doctrina de Monroe 

351 El Destino Manifiesto 

364 La guerra contra México y la explosión del Destino Manifiesto 

372 Fantasías racistas del Destino Manifiesto y parálisis de la Doctrina Monroe 

378 Panamericanismo y resurrección de la Doctrina Monroe. Nueva expansión del poder estadounidense

 393 1898: Estados Unidos se declara nueva potencia imperialista 

398 Segunda etapa: Siglo XX, Destino Manifiesto y dominio mundial de Estados Unidos 

413 harry s. truman, demócrata (abril de 1945-enero de 1953) 422 dwight d. eisenhower, republicano (enero de 1953-enero de 1961) 

424 john f. kennedy, demócrata (enero de 1961-noviembre de 1963) 

426 lyndon b. johnson, demócrata (noviembre de 1963–enero de 1969) 

427 richard nixon, republicano (enero de 1969-agosto de 1974) 

428 james carter, demócrata (enero de 1977-enero de 1981)

 429 ronald reagan, republicano (enero de 1981-enero de 1989)

 430 bill clinton, demócrata (enero de 1993-enero de 2001) 

431 george w. bush, republicano (enero de 2001-enero de 2009) 

432 barack obama, demócrata (enero de 2009-enero de 2017) 

435 donald trump, republicano (enero de 2017-?) 436 La clave de todo: fundamentalismo calvinista y maniqueísmo 

437 Tercera parte: Estados Unidos sociedad maccarthista 449 

 

Capítulo VI. Definición. Componentes y antecedentes del mccarthismo. Siglo XIX 

451 Americanismo, nativismo, racismo y xenofobia 

451 El mccarthismo estructural de la sociedad estadounidense

 457 1. La dimensión racial o racista 

457 2. La dimensión religiosa 

461 Católicos y ortodoxos 

461 Judíos 

464 Árabes y musulmanes 

468 3. La dimensión político-ideológica 

472 Segunda mitad del siglo XVIII, fase final del Período Colonial

 474 Después de la Independencia: la teoría conspirativa y las Alien and Sedition Acts de 1798 476 Siglo XIX. Antes de la Guerra de Secesión 

481 Los antimasones, el nativismo y los Know Nothing 

481 Los antimasones y el partido antimasónico 

482 El nativismo y los Know Nothing 

486 Siglo XIX. Después de la Guerra de Secesión 

490 Nuevas expresiones anticatólicas, antimasónicas y antijudías 490 

 

Capítulo VII. Los veinte del siglo XX. Histeria anticomunista, xenofobia, racismo, el juez Palmer y el gran Espantajo Rojo 

499 De la Primera a la Segunda Guerra Mundial

 499 La represión e histeria mccarthista que se desata durante la Primera Guerra Mundial y el inicio de la década de los veinte 

 

499 El Gran Espantajo Rojo (1918-1921) 

511 La huelga de la policía de Boston 

517 Tres grandes huelgas: la portuaria, la siderúrgica y la del carbón 

522 La actuación del fiscal Palmer: autoritarismo y Palmer Raids

525 la limitación de la inmigración 

531 el caso sacco y vanzetti 

532 el nuevo auge del racismo contra negros, judíos y católicos 

532 Los años veinte y el segundo Ku Klux Klan 

536 El segundo Ku Klux Klan (KKK) 538 

 

Capítulo VIII. Siglo XX. Histerias ultraderechistas la década de los treinta 

555 Los movimientos de extrema derecha en los años treinta 

555 El Business Plot o intento de golpe de Estado fascista de 1934 561 La Black Legion 

565 Los Defenders of the Christian Faith 

566 The Silver Shirts 

568 El movimiento del padre Coughlin 

569 Finales de los años treinta e inicio de los cuarenta: El mccarthismo de la HUAC 

572 El inicio de la HUAC (Comité de Actividades Antiamericanas) 

572 Excurso 

575 Comunismo y pacto nazi-soviético 

 La HUAC desencadena el mccarthismo anticomunista 580 

Año 1940. El caso Bertrand Russell 582

 

 

Capítulo IX. Años cuarenta y cincuenta. La plenitud del mccarthismo. Truman, McCarthy y Eisenhower 

597 Truman: inicio de la guerra fría y de la histeria mccarthista 

602 1947-1948: la HUAC desata la caza de brujas en Hollywood 

611 john howard lawson 

619 dalton trumbo 

620 albert maltz 

621 alvah bessie 

622 herbert biberman 

622 edward dmytryk 

623 adrian scott 

624 ring lardner y lester cole 

624 bertolt brecht 

624 El juicio y condena de Alger Hiss 

630 El juicio y condena del Partido Comunista 

634 La ley McCarran 

640 Los años de McCarthy 

642 El juicio de los esposos Rosenberg 

646 La HUAC de nuevo contra Hollywood 

653 El Hollywood de los cincuenta: anticomunismo y «cine de distracción»

 677 La histeria y el miedo 

679 Los delatores y su papel 

680 Apogeo y fin de McCarthy 

682 El caso Irving Peress y la presencia del comunismo en el Ejército

 693 

 

Capítulo X. Después de los años cincuenta: neomccarthismo, fundamentalismo, plutocracia y decadencia 

707 Siglo XX 

707 Años sesenta y setenta 

707 Años setenta y ochenta 

717 Años ochenta y noventa 

723 I) Partidos o grupos mccarthistas fundamentalistas políticos 

726 american nazi party 

726 national alliance 

726 national socialist movement 

728 aryan nations 

728 council for national policy 

729 concerned woman of america 

729 II) Grupos fundamentalistas maccarthistas religiosos 

729 christian voice 

729 christian identity

 730 christian reconstructionism 

732 phineas priesthood 

735 III) Grupos ultraderechistas militaristas terroristas

 736 the army of god 

736 the covenant, the sword and the arm of the lord 

738 stormfront 

739 the order 

740 las milicias 

741 sitio y toma de waco 

 

743 Siglo XXI: Las dos primeras décadas. Bush II y Obama

 

 748 Bibliografía 

767 I. Sociedad estadounidense 

767 II. Agresiones estadounidenses 

779 III. Imperialismo estadounidense 

 

782 15 Introducción Este libro, que he titulado El monstruo y sus entrañas a partir de una conocida frase de José Martí es, como explico en su subtítulo, un estudio crítico de la sociedad estadounidense. Y en esta corta introducción quiero detenerme a analizar el significado de cada una de las tres ideas que componen el subtítulo.

 

I Que el libro es un estudio significa que no es un ensayo apresurado y repetidor de cosas mil veces dichas ni un panfleto superficial cargado de calificativos y lleno de panorámicas, de esa suerte de paneos que apenas rozan los problemas sobrevolándolos a distancia. Es un examen serio, extenso, minucioso, de lo que creo son las áreas clave del tema. Se trata de un trabajo que es producto de varias décadas de lecturas y reflexiones sobre Estados Unidos y sobre su sociedad. Examinar a fondo la sociedad estadounidense más allá de las superficialidades y clichés de siempre, ha sido uno de los fines de esta investigación a la que he dedicado mucho tiempo, aunque siempre compartido con otras preocupaciones, temas de estudio diferentes y tareas que también han dado sus frutos en docencia, investigación, ensayos, libros y programas radiales y televisivos. En la Escuela de Sociología de la UCV impartí docencia durante años sobre la historia de Estados Unidos, su sociedad colonial, su Independencia, su proceso de desarrollo capitalista, su imperialismo agresor hacia América Latina y sobre algunos de sus problemas actuales. En la misma Escuela promoví y dirigí, en la pasada década de los noventa, una secuencia de seminarios dedicados a examinar la sociedad estadounidense, que no pudieron lamentablemente dar origen a una cátedra permanente porque en la estructura del pénsum de la Escuela las cátedras no tenían cabida, solo los departamentos. En años más recientes dediqué algunos programas radiales y de La otra mirada, secuencia de programas históricos y culturales de televisión que 16 realicé en esos años, a exponer e ilustrar diversos temas relativos a Estados Unidos. Basados en lectura y relectura de textos, en análisis, discusiones y reflexiones, esos seminarios, cursos y programas mediáticos me permitieron acumular una apreciable masa de apuntes y de primeras versiones de un futuro libro que pensaba dedicar al tema, analizando en él la sociedad estadounidense en profundidad y exponiendo sus rasgos más permanentes y estructurales. Pero otras tareas, y otras lecturas e investigaciones de las que han salido varios libros, me forzaron a diferir ese proyecto hasta el presente. Aun siendo profesor titular jubilado de la UCV, las dificultades de la situación actual me forzaron a dictar clases y seminarios en otras instituciones, lo que además de ayudarme a enfrentar esas dificultades económicas, me permitió algo más importante: retomar, actualizar y profundizar el estudio de la sociedad estadounidense enriqueciendo esbozos y redacciones iniciales del libro que no había podido terminar hasta entonces, para que esa larga y accidentada investigación pudiera al fin dar como resultado este libro. En él he puesto todo mi esfuerzo para que sea un examen cuidadoso y profundo del tema. Su preparación y redacción, interrumpida muchas veces, me ha ocupado estos dos últimos años y me ha brindado al cabo la satisfacción de verlo concluido. Aun cuando uno sabe perfectamente que eso es un decir, que en estos y otros casos no hay resultados definitivos porque como sucede con toda investigación, esta es también incompleta, imperfecta y queda abierta y sujeta a estudio y análisis de nuevas e imprevistas situaciones, que en este caso derivan de la seria amenaza que el destructivo poder militar de unos Estados Unidos decadentes y desesperados, sedientos como siempre de dominio, representan para el futuro cercano de este mundo.

 

 II En fin, el libro es un estudio. Pero en un terreno tan polémico y manipulable como este resulta claro que hay estudios y estudios, algunos de los cuales ni siquiera merecen ese nombre porque son solo instrumentos interesados de propaganda apologética y barata para servir los intereses del gobierno estadounidense y contribuir al embrutecimiento de un público domesticado que todo se lo traga y que está acostumbrado, como se decía en el viejo mundo eclesiástico, a comulgar con ruedas de molino. De modo que lo 17 que debe quedar absolutamente claro es que este libro no es un examen apologético, abstracto y complaciente de la sociedad estadounidense ni tampoco un enfoque que pretenda ser neutro y mantenerse al margen de definiciones problemáticas. Existen demasiados ensayos de esa clase, inútiles y condenables por razones obvias. No, este es un estudio crítico de la sociedad estadounidense, de sus taras y problemas, de sus componentes estructurales más negativos y perversos: un enfoque crítico de una sociedad vendida al mundo como modelo de sociedad y democracia por sus apologetas casi siempre tarifados; en fin, una sociedad poderosa sobre la cual la avalancha de textos, filmes y documentales complacientes, cómplices y a menudo serviles es inmensa. Sin olvidar el permanente bombardeo que descargan sobre nosotros los medios controlados por el poder mundial de Estados Unidos para embellecer y promocionar su sociedad, su sistema político y su forma de vida; un bombardeo que resulta infinito e insoportable por decir lo menos. Por supuesto que la sociedad estadounidense, como cualquier otra, tiene sus luces y sus sombras y como el estudio que hago de ella lo amerita, me refiero también a algunas de esas luces cuando son parte de contextos históricos, sociales o antropológicos que examino, dominados, a fin de cuentas, por las sombras. Pero lo que me interesa no es detenerme en lo que esa sociedad intenta mostrar falsamente acerca de sí misma por medio de sus manipulaciones y su propaganda para embellecerse sino, por el contrario, mostrar lo que oculta, lo que trata de disimular porque constituye un sustrato permanente del que derivan su profunda pero hipócrita religiosidad y su omnipresente fundamentalismo; su arraigado e invencible racismo; su permanente xenofobia; su autopromoción como país indispensable y excepcional; su insaciable expansionismo conducente a un imperialismo criminal que vive de la guerra y de la invasión y destrucción de países y de continentes; su derechismo insuperable, que no se reduce como quieren sus apologetas a los pocos años de dominio del execrado Joseph McCarthy; su sistema de gobierno mismo, que se pretende modelo inigualable de democracia y que no es sino un envejecido sistema republicano y elitesco basado en una Constitución dieciochesca pasada de moda y remendada y que ha servido de base en tiempos recientes para que esa sociedad que la venera como una reliquia, pero cuyos sucesivos gobiernos pisotean derechos civiles en ella consagrados, se convierta en una plutocracia oligárquica, una sociedad gobernada por una 18 reducida pero poderosa minoría de multimillonarios y en la que la desigualdad social y la pobreza alcanzan niveles escandalosos que van camino de resultar comparables a los de los países pobres que sus guerras, saqueos e invasiones han reducido a la miseria. 

 

III El objeto de este estudio crítico es pues la sociedad estadounidense. A estudiarla, a analizarla con visión crítica bien sustentada y a tratar de ir desmontando sus más importantes y arraigados mitos –integrados al tejido de esa sociedad desde los tiempos coloniales hasta hoy– está dedicado este libro. Y creo que ello merece un comentario. Debo hacerlo para dar fin a esta breve introducción, porque resulta importante dejar en claro por qué razón estimo que lo que mejor justifica este trabajo es justamente que ese sea su tema. Dos cosas resaltan aquí. La primera de ellas es la paradoja de que una aplastante mayoría de latinoamericanos, aun habiendo sufrido por siglos en carne propia las amenazas, invasiones militares y dominio pleno del poder neocolonialista e imperial estadounidense, no conoce esa sociedad sino a través de visiones propagandísticas apresuradas, de tragarse sin masticar los usuales mitos que ella difunde, y de compartir del modo más acrítico los mismos clichés cargados de mentiras favorables, repetidos hasta el cansancio en folletos, películas y documentales, o celebrados en programas televisivos y en discursos superficiales o tarifados por periodistas o intelectuales cómodos o complacientes. Existe, ciertamente, una importante minoría de latinoamericanos que conoce bien, y puede decirse que a fondo, la parte de la política exterior estadounidense referida a sus agresiones, golpes de Estado e invasiones a nuestros países. Y se han producido en este campo excelentes estudios, obra de mexicanos, argentinos, uruguayos, centroamericanos, colombianos, cubanos y venezolanos, que cubren con buena información y calidad expositiva diversas áreas de ese campo relativo al dominio del imperialismo norteamericano sobre nuestro continente. Ejemplo de ello son, entre muchos autores hispanoamericanos, Ramiro Guerra, Carlos Pereyra, Juan Ortega y Medina, Gregorio Selser, Vivian Trías, Atilio Boron, Luis Suárez Salazar, Clara Nieto y Demetrio Boersner. Pero lo que casi no se toca, o apenas se examina, casi siempre de manera superficial e incompleta en nuestro mundo intelectual latinoamericano, es lo tocante a la sociedad estadounidense estudiada como tal desde una 19 perspectiva interna, histórica, socioantropológica, de sus estructuras sociales y culturales profundas, de sus componentes más arraigados y reaccionarios. Y este es un examen que nos ha hecho mucha falta no solo para conocer las raíces del poder norteamericano que a diario se nos impone, sino también sus contradicciones internas y sus debilidades. Porque esos componentes estructurales que menciono y que deberíamos conocer bien para entender y aprovechar sus límites y contradicciones, esos componentes que solemos subestimar o hasta ignorar, son justamente los que refuerzan la política imperial de Estados Unidos garantizándole la complicidad, el apoyo o la complaciente indiferencia de la aplastante mayoría de su población. Sin ello, el militarismo e imperialismo estadounidenses no podrían disponer de tanta fuerza, pues ese respaldo interno, estimulado por los poderosos medios de que dispone y convertido incluso en parte inseparable de la identidad nacional del país, de lo que los Estados Unidos llaman lo «americano», es lo que le ha permitido a su imperio y a su hipócrita clase dominante encubrir sus reiteradas mentiras y embellecer sus cotidianos y monstruosos crímenes sin que haya, salvo excepción, verdaderas protestas internas que se le opongan. (La guerra de Vietnam ha sido el único caso en que eso ha ocurrido. La masiva y efímera protesta mediática contra el inicio de la invasión de Irak en 2003 se evaporó sin consecuencias con la misma prontitud con la que había estallado). Numerosos ensayos, libros y trabajos tocantes a esos temas se han producido en los propios Estados Unidos y han sido obra de estudiosos, investigadores y activistas políticos y sociales estadounidenses. Muchos de esos estudios son particularmente ricos y valiosos, y he utilizado en estas décadas y en este libro buena parte de ellos. Menciono sobre todo obras de autores conocidos como Noam Chomsky, James Petras, Howard Zinn y también a Michael Moore y Peter Scowen, pero igualmente a otros menos famosos mas no por ello menos importantes, como Albert Weinberg, Seymour Martin Lipset, Reginald Horsman, Karen Armstrong, Robert Dahl, Richard Barnett, Gary Nash, James Loewen, Charles Beard, Dee Brown, Eli Ginzberg y Alfred Eichner, Richard Rovere, Harold Bloom, Frederick Lewis Allen, Marvin Harris y Samuel Flagg Bemis, entre otros. He seguido a varios de ellos en la exposición de algunos temas y les debo mucho. Sin embargo, pese a su indiscutible valor, encuentro en estas obras varias limitaciones. Algunas de ellas son muy genéricas o aun siendo profundas, se reducen a 20 examinar a fondo solo uno o varios temas, ya que es ese su único objetivo. Salvo excepciones, casi todas se quedan en el plano político y militar y omiten o apenas tocan planos sociales y culturales más profundos, como es el caso de la religiosidad, el calvinismo y el fundamentalismo, el excepcionalismo, el racismo y el culto y poder de las ultraderechas, todos componentes estructurales de la sociedad estadounidense. Además, al leerlos y estudiarlos, incluso en los casos de quienes sí se involucran a fondo en el examen de esos delicados temas, se percibe que sus valiosas críticas tienen o suelen tener límites marcados en diversos grados por su condición de estadounidenses que después de todo se han formado en esos valores, que no dejan de ser miembros de esa sociedad a la que critican y que no se atreven o no pueden salirse o alejarse un poco más de ella para poder verla mejor a cierta distancia y analizarla con más independencia y mayor profundidad. El objetivo y la justificación misma de este libro es que trata de involucrarse a fondo en esa dirección haciendo un estudio crítico serio, documentado y nada complaciente de lo que llamo rasgos estructurales de esa sociedad, algo que hasta ahora no encontré –al menos planteado en esos términos y abarcando lo que intento abarcar– en ninguna de las obras leídas, estudiadas y revisadas que se acercan al tema en su conjunto o que se quedan en el examen y crítica, en ciertos casos profunda y radical, pero las más de las veces limitada, de alguno de esos rasgos. Para evitar malas interpretaciones debo aclarar que de lo que digo no se deriva en absoluto la idea absurda de que ningún autor estadounidense pueda ser capaz de hacer un análisis realmente demoledor de los rasgos estructurales de su sociedad. Nadie mejor que ellos, que tienen los materiales disponibles y toda la capacidad para hacerlo. Lo único que apunto es que hasta el presente no lo han hecho; o que en todo caso hasta ahora, en la rica bibliografía que he examinado no logré encontrar nada que me permita pensar lo contrario. (En mi opinión, lo que se acerca más es el reciente libro de Oliver Stone y Peter Kuznick, pero que no pasa del plano político, del que hace una sólida crítica, reforzada con los diez programas televisivos hechos por ambos autores, apoyados en el texto del libro, aunque limitados en este al último medio siglo.) Solo por eso creo que en ese terreno, ser un investigador cuidadoso pero no estadounidense ayuda a dejar de lado, o a poder liberarse de las ataduras que, a fin de cuentas y salvo excepciones muy concretas, sujetan de alguna forma a todo 21 investigador norteamericano nacido, educado y formado –como ya señalé– en esa sociedad y en sus arraigados valores, que habría más bien que calificar de antivalores. Varios autores europeos recientes, todos de izquierda, han apuntado en esta dirección, aunque limitándose en cada caso al estudio de un solo tema. Menciono en particular al brillante investigador que es Domenico Losurdo y a lúcidas investigadoras como Marianne Debouzy, Giuliana Muscio y MarieFrance Toinet. Y es como latinoamericano, e investigador crítico de la sociedad estadounidense y de los rasgos estructurales que constituyen su base y determinan de alguna forma su vida social, su soberbia y su desprecio por los otros pueblos, que he intentado por medio de este libro aprovechar esa ventaja. Pero como hasta ahora solo he mencionado autores a algunos de los cuales he seguido en varios temas, debo también reiterar que este libro es una investigación y no una mera organización de ideas a partir de autores y fuentes de segunda mano. Las ideas clave que derivo del análisis de esos y otros textos son todas mías y asumo la responsabilidad por emitirlas y defenderlas. Como puede apreciarse en la bibliografía que añado al final, la base de esta obra es una investigación y un estudio crítico de todas las fuentes de primera mano de las que he dispuesto, como son –entre muchas otras que no voy a repetir aquí– las memorias de Thomas Jefferson, James Madison, James Monroe, John Quincy Adams, James Polk, Abraham Lincoln, Ulyses Simpson Grant; y textos emanados de otros presidentes como Theodore Roosevelt, Woodrow Wilson, Franklin Delano Roosevelt, Harry Truman, Dwight Eisenhower y presidentes más recientes. De igual manera, también he considerado en mi investigación los documentos fundamentales de la historia estadounidense: las obras de autores y predicadores de tiempos coloniales, el Pacto del Mayflower, la Declaración de Independencia, los textos de las constituciones estadales, la recopilación –obra de Madison– de las intervenciones de los llamados Padres Fundadores en la Convención de Filadelfia que elaboró la Constitución en 1787, el texto de la Constitución y sus enmiendas, y toda una larga serie de escritos que figuran en esa bibliografía, como recopilaciones de leyes, los textos de las audiencias de los comités del Congreso estadounidense en tiempos del mccarthismo dominante en las décadas de los cuarenta y cincuenta del pasado siglo, así como los documentos y textos de leyes propias del neomccarthismo que 22 se impone en Estados Unidos a partir del sospechoso atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001. En fin, y para terminar, el libro, dividido en tres partes, consta de diez capítulos. La primera parte consta de los dos primeros capítulos, dedicados a examinar el enorme peso de la religión en la sociedad estadounidense, el mito de su temprana separación entre Iglesia y Estado, las principales corrientes religiosas y el rol del calvinismo y el fundamentalismo protestante en la vida cotidiana de esa sociedad. La segunda parte está integrada por los capítulos tres, cuatro y cinco. El tema del tercer capítulo es el estudio del racismo estructural que ha dominado y domina esa sociedad desde sus mismos inicios coloniales y que para no extenderme demasiado me centro solo en el ejercido contra la población indígena desde un comienzo y contra la población negra desde el inicio de la esclavitud en el siglo XVII hasta el presente. El capítulo cuarto es un estudio del sistema político estadounidense y de los mitos construidos por su clase dominante en torno a él, mitificando su Constitución y haciendo pasar por democrático un régimen republicano y elitesco dominado por los esclavistas del Sur que ha terminado en tiempos más recientes convertido en el sistema de dominio de una minoría plutocrática militarizada que intenta a cualquier costo mantener su poder mundial. El quinto capítulo estudia, también desde sus orígenes coloniales, el expansionismo norteamericano basado en mitos como el de la Ciudad en la Colina y en teorías como el Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe, que sirvieron de base para convertir a Estados Unidos en un país imperialista que de dominar a América Latina pasó a imponérsele también a Europa, Australia y a la mayor parte de Asia y África; imperialismo por cierto aún no consciente del ostensible inicio de su decadencia, y que luce dispuesto a conservar, a partir de su poder financiero, militar y mediático, la hegemonía que todavía mantiene sobre el resto del planeta. La tercera parte está integrada por los cinco capítulos restantes y se dedica a estudiar el peso de las ultraderechas en la historia de Estados Unidos, dominio al que califico de mccarthismo para evitar caer en la trampa de limitarlo al exclusivo período de poder de McCarthy, convirtiéndolo en una corta excepción vivida por una sociedad democrática cuando en verdad ese ultraderechismo, al menos desde la propia inpendencia, ha dominado y domina toda la historia política del país. El capítulo sexto estudia los orígenes dieciochescos de ese ultrade- 23 rechismo y abarca luego todo el siglo XIX. El séptimo estudia los años veinte del pasado siglo examinando el Gran Espantajo Rojo y el auge paralelo del fundamentalismo y del segundo Ku Klux Klan. El octavo capítulo analiza el cuadro de los años treinta. El noveno estudia el mccarthismo propiamente dicho, obra de Truman y Eisenhower y en el que McCarthy ejerce apenas un corto pero terrible dominio de cinco años, entre 1950 y 1954. El décimo y último estudia la evolución y diversidad de esas ultraderechas posmccarthistas en la segunda mitad del siglo XX llegando hasta los recientes años de Bush II y Obama, años en que Estados Unidos culmina su conversión en sociedad elitesca y plutocrática regida por esa ultraderecha militarizada y en que empieza a emprender con lentitud y en medio de imprevisibles altibajos el camino de inevitable decadencia que espera a todo imperio. Vladimir Acosta Caracas, julio de 2017